12 de febrero de 2017

Una diana al corazón, como elegir a tu pareja ideal

Ahora que se acerca San Valentín, el santo de los que están enamorados o quieren llegar a estarlo, me parece un buen momento para avanzar en la búsqueda de la pareja ideal. 
Stephan Sinding - Un homme et une femme
Este ejercicio se puede hacer con alguien que ya está en tu vida, con un posible candidato/a  o con una carta del Tarot.

 Siéntate cómodamente, apoya las manos en los muslos y te vas relajando, con cada inspiración respiras luz y sueltas tensión

Empiezas por los dedos de los pies, las rodillas, las piernas, y vas aflojando, subes a la pelvis, la tripa, el estómago y sigues soltando tensión, pecho, garganta, cabeza y llega hasta la coronilla, nota cómo se te relajan todos los músculos de la cabeza y te empiezas a sentir en paz.

Fija tu atención en tu corazón, siéntelo palpitar y observa cómo con cada latido se hace más y más grande y tu más y más pequeño, hasta que te puedas introducir en él y entrar en tu centro del amor.

Una vez dentro, observa la sala donde estás, que es acogedora y llena de luz blanca, rosa y azul.


Ve al centro de la sala donde hay un gran recipiente de cristal dorado de donde salen unas llamas preciosas de mil colores, que no queman, porque ahí esta tu fuego interno y es tu centro de amor y paz.

El Mago y El Emperador
El Mago y El Emperador
Piensa en la persona que te interesa y la traes aquí a tu santuario del amor. Si no tienes a nadie imagínatelo personificado por una carta del Tarot con energía masculina, El Mago o el Emperador o si prefieres la energía femenina puedes elegir a La Emperatriz, La Estrella o La Sacerdotisa.

Coloca a la persona delante de tí si existe, y si no a la carta elegida, uno frente al otro con el recipiente en llamas de mil colores en medio de los dos, enlaza tu mano derecha con una de las suyas y la mano libre cada uno se la coloca en su propio corazón.

La Sacerdotisa, La Emperatriz y La Estrella
La Sacerdotisa, La Emperatriz y La Estrella
Desde tu centro de amor, mira a los ojos a la persona que tienes o que anhelas tener y la cuentas porque es la elegida de verdad. Si es un verdadero sentimiento amoroso o  es miedo a la soledad, si estás con él/ella por costumbre, por no hacerle daño, por el que dirán, etc, y pide a la persona que de igual manera diga cuáles son sus verdaderos sentimientos.

Si no tienes a nadie en mente dile lo que deseas a la carta elegida y que ella te diga lo que piensa, qué impedimentos siente que pones para que llegue a tu vida e incluso le puedes preguntar cuándo se cruzará en tu camino.

Esta conversación la dirige tu yo superior, la mejor versión de tí mismo, estáte atento a todo lo que surge porque ahí está la clave de tus relaciones sentimentales.

Dedícale varios minutos y una vez finalizado os abrazáis y dáis las gracias por la sinceridad.

Si sale algún resentimiento o reproche, lo lanzais al fuego purificador que está en medio de vosotros. 

Te despides en paz, sales del corazón que poco a poco vuelve a su tamaño real, te recobras y vas volviendo al aquí y ahora.

2 comentarios:

  1. Mi Librito ROJO... Cuando mi voz calle con la muerte, mi Corazón te seguirá hablando... Solo espero que puedas escucharlo.15 de febrero de 2017, 6:46

    Gracias por compartir tan maravilloso ejercicio

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    Respuestas
    1. Maria Luisa Martin15 de febrero de 2017, 16:37

      Hola,
      Me alegro que te guste este ejercicio, está hecho con amor y es muy efectivo. No lo digo por decir, yo lo he hecho y las respuestas del corazón son muy reveladoras.
      Un beso.

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